Vivimos
tiempos difíciles. Estamos atravesando uno de esos grandes momentos que se
estudian en los libros de historia.
El
sistema que conocíamos está en crisis y necesitamos pensar desde otra
dimensión.
La
incertidumbre nos rodea y se ha convertido en un compañero un tanto incómodo
para muchos, generando grandes dosis de ansiedad y miedo.
En
esta situación hay problemas cuya solución está fuera de nuestro alcance, aunque
sus consecuencias nos den de pleno.
En
lugar de enfocarnos constantemente en el problema y la solución que nos excede,
podríamos canalizar la energía en otra dirección para ocuparnos de buscar nuestra
salida.
Con
todo el ruido que nos rodea es posible que nos cueste verla. Si es así, ha
llegado el momento de alejarnos de todo eso, de buscar el silencio tanto
externo como interno.
Si
nos escudamos en la crisis estaremos bloqueando nuestra propia salida. Si nos
fijamos solo en lo que ocurre fuera, dejaremos de ver lo que tenemos dentro.
Cambiemos
la perspectiva, fijémonos en qué podemos hacer nosotros para superar la
situación y evitar que sea la situación la que nos supere a nosotros.
Para
encontrar esa salida el primer paso será ver de qué disponemos, no me refiero
tanto a lo tangible, que también, sino a lo intangible. Debemos conocernos a nosotros mismos.
Puede
ser que necesites ayuda, si es así, pídela.
Démosle
prioridad a entendernos para encontrar nuestro remedio, aquello que nos ayude a
producir un cambio favorable a nuestra situación.
Cuestionémonos
hasta que entendamos qué necesitamos para aceptar este desafío que nos está
poniendo a prueba.
“Hablar de crisis es promoverla y callar en la crisis es
exaltar el conformismo. En vez de eso, trabajemos duro. Acabemos de una vez con
la única crisis amenazadora que es la tragedia de no querer luchar por
superarla.” – Albert Einstein.
¿Quieres que hablemos? Pídemelo
aquí.