Comienza
una nueva estación. Una estación que, para algunos, puede ser un tanto
melancólica. Comienza a refrescar, los días se notan más cortos, el paisaje
cambia progresivamente mostrando una explosión de tonos cobrizos para, finalmente,
dejar a la vista la desnudez de la naturaleza que nos rodea.
Para
inaugurar este cambio de estación hemos vivido un fenómeno lunar de gran
belleza. La mayor super luna del año, momento en el que la luna está más
cercana a la tierra, ha coincidido con un eclipse lunar ofreciéndonos una super
luna roja espectacular. Luna de sangre, por el color, aunque algunos seguro que
encuentran en este nombre inspiración para otro tipo de historias.
Vemos
que la naturaleza tiene sus ciclos, igual que nosotros, y vemos cómo se prepara
para cada uno de ellos. En cada estación se muestra de forma diferente. Lo
vemos claramente.
Nosotros
formamos parte de esta naturaleza y también debemos prepararnos para cada
estación.
Venimos
del verano donde el sol nos anima a salir y relacionarnos más con los demás.
Suele coincidir con fechas vacacionales que nos permiten viajar a lugares
nuevos y conocer nuevas gentes y/o a lugares viejos en los que reencontrarnos
con nuestra gente. También puede que no nos movamos del lugar, pero eso no
impedirá que permanezcamos expuestos a la influencia del verano.
El
otoño significa dejar atrás una forma de estar. El otoño es el momento de la
pérdida de las hojas. Pasamos de los colores vibrantes y deslumbrantes a los
colores serenos y cálidos. Pasamos de la extraversión a la introversión.
Pasamos de bailar con los demás a bailar con nuestras emociones.
Es
una estación de cambio, una estación de transición que nos invita a soltar lo
que sobra para dejar espacio a lo nuevo que está por venir. Una época para
recoger pensamientos e ideas. Un buen momento para empezar a poner orden en
nuestra vida.
Nos
prepara para el rebrote tanto a plantas como a personas. Nos prepara para el
invierno que será una prueba de fuerza y osadía para los héroes que luchan
contra tempestades, villanos y dragones.
Así
pues, el otoño puede verse también como una época espléndida en sus colores, de
lluvias y tormentas, de recolección, de relajación y contacto con la naturaleza.
A mayor sintonía con la naturaleza, más fácil te resultará percibir esta
energía renovadora.
“Hay una armonía en otoño, y un brillo en su
cielo, que durante el verano no se escucha o se ve, como si no pudiera ser,
como si no hubiera sido” - Percy Bysshe Shelley.
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